Una vez que se
han cumplido poco más de medio centenar de días desde que Pedro Sánchez
consiguiera presidir un nuevo Gobierno socialista en España, podemos afirmar
con total rotundidad que otra forma de gobernar era posible. Las y los
españoles ya nos habíamos resignado, durante demasiado tiempo, con un Gobierno
que recortaba en derechos y libertades, que mermaba el acceso a los servicios
públicos y que, además, estaba sumido en el mayor caso de corrupción que ha
tenido un partido político en España y Europa. De la misma forma, hemos tenido
que ser de nuevo las y los socialistas quienes asumiéramos la gran
responsabilidad de ser los partícipes del cambio político que se pedía en
nuestro país. Aparecerán nuevos partidos a la escena política pero el PSOE
siempre es el partido que transforma nuestra realidad y hace posible los
avances sociales y de libertades en España. Fuimos, somos y seremos quienes
regeneremos nuestra democracia y los que posibilitamos la consecución de nuevas
metas de progreso. Un nuevo Gobierno de Pedro Sánchez que es fruto de vivir en
una democracia parlamentaria, en
la que un gobierno es elegido legítimamente mediante mecanismos de mayoría
parlamentaria, gracias a la decisión de las y los ciudadanos con su voto.
Pero, ¿qué
ha cambiado con este nuevo ejecutivo? Lo
primero ha sido la firme convicción del Presidente Pedro Sánchez en la apuesta
por la igualdad y el feminismo formando un Consejo de “Ministras” en el que
quienes tienen a su cargo las carteras ministeriales son profesionales de
reconocido prestigio en cada materia, lo que ha generado confianza en la
sociedad. Hemos pasado de tener un Gobierno que nos ruborizaba e, incluso, en
algunos momentos ha llegado a abochornarnos, para tener un Gobierno digno para
poder representarnos en su tarea de recuperar la credibilidad tanto de los
españoles y españolas así como en nuestras relaciones internacionales.
Nuestro Gobierno socialista, también, ha
demostrado que sabe gobernar con corazón comprometiéndose con los
derechos de humanos y acogiendo a las 600 personas del Aquarius cuyo único problema es haber nacido en la orilla
equivocada. Esta decisión ha supuesto un soplo de aire fresco a la política de
migración de la Unión Europea ya que cada vez veíamos, con demasiada asiduidad,
a gobernantes más centrados en construir muros y no en seguir ampliando
nuestras fronteras. La decisión de recoger a los refugiados ha sido un ejemplo
de solidaridad para ONGs, para toda Europa y para la ONU. Además, otra de las primeras
medidas tomadas por el Ejecutivo fue recuperar la Sanidad Universal en
nuestro país. Una medida que revierte la situación creada por el PP que dejaba
en situación de extrema vulnerabilidad a amplios colectivos de inmigrantes y
que trata de recuperar el derecho a la protección de la salud para este
colectivo en las mismas condiciones que las personas de nacionalidad española,
derivándose del concepto de ciudadanía que tenemos los y las socialistas en
nuestro ideario político.
Otra medida que cabe destacar es el compromiso
del nuevo Ejecutivo con la memoria histórica. Es por ello, que uno de
los primeros acuerdos del Consejo de Ministras y Ministros ha sido acordar la
exhumación de los restos del dictador Franco, lo más pronto posible, del Valle
de los Caídos, como primer paso para honrar a este espacio y convertirlo en un
monumento a la memoria histórica. Ya era hora de introducir este debate en
nuestra sociedad porque debemos dignificar a quienes no teniendo nada más que unos
ideales, entregaron sus vidas en defensa de la democracia. Es nuestra
obligación recuperar y poder transmitir la memoria para salir del silencio y
del olvido porque el antónimo de esos conceptos no es solo la memoria sino,
también, justicia y verdad. Justicia con las y los olvidados y la verdad del
silencio que se ha mantenido durante demasiados años.
Además habría
que destacar el acuerdo entre el Gobierno, sindicatos y la patronal, para que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI)
ascienda, de manera progresiva, a 14.000 € anuales en
2020. Con este acuerdo se puede ver el
compromiso del Gobierno con los derechos de los trabajadores y trabajadoras de
este país, especialmente con los más jóvenes que son los y las que viven la
cara más amarga del mercado laboral: la precariedad. Con esta medida se podrá
recuperar parte del poder adquisitivo que se ha perdido durante estos años y
llevar una vida más digna. Otro
compromiso de nuestro Ejecutivo es acabar
con los peajes en las autopistas cuyos plazos vencen próximamente, poniendo de manifiesto la apuesta del Gobierno por favorecer la
movilidad entre territorios, atendiendo a una reivindicación histórica de
estos.
Por último, el Gobierno socialista de Pedro
Sánchez tiene por delante multitud de retos: la derogación de la LOMCE y un
nuevo Pacto Educativo con la comunidad educativa, la derogación de la
“Ley Mordaza”, consensuar una nueva Reforma Laboral que no vulnere los derechos
de los y las trabajadoras, apostar de manera clara y nítida por las energías
renovables, solucionar los conflictos territoriales que se han generado con los
años de Gobierno de Rajoy,… Pero, sin los 100
días de cortesía, se puede afirmar que otra manera de gobernar era posible y que, después de nuestra
resignación, tenemos un Gobierno que está generando confianza dentro y
fuera de España, que en su acción política actúa con la dignidad que se le
presupone y debe tener un Ejecutivo, que apuesta de manera clara y sin titubeo
por la igualdad, y del que la familia socialista nos sentimos orgullosos y
orgullosas.
¡ÁNIMO PEDRO, A SEGUIR DEMOSTRANDO QUE OTRA
FORMA DE GOBERNAR ERA POSIBLE!
Postdata: Como extremeño,
aprovecho este espacio para reivindicar un #TRENDIGNOYA para Extremadura ya que
esta región se merece, de una vez por todas, conectar con un horizonte lleno de
oportunidades que nos hará poder seguir transformando a esta tierra desde el
Gobierno de Guillermo Fernández Vara.
Ismael Albano del Pozo
Secretario General