jueves, 24 de enero de 2013

La educación pública... ¡¡en peligro!!


Aprovechando la visita del “buen” Ministro de Educación a Badajoz el próximo 28 de Enero para la inauguración de la Biblioteca del Estado (que lleva más de un año para abrirse), escribo esta entrada para detallar porque debemos defender más que nunca una educación pública, universal y gratuita que esté sustentada en la Igualdad de Oportunidades y la Equidad.

Decir que nuestra educación está en peligro no es ninguna barbaridad; porque desde que Wert sacó las tijeras de podar, ya ha recortado en un tercio la partida destinada a educación. Y por si no fuera poco, se le ha metido entre ceja y ceja sacar una nueva Ley Educativa (la famosa LOMCE) sin consenso alguno, bueno sí con la Santa Sede, y que segrega a lxs alumnxs tanto por sus capacidades con las famosas reválidas  de cuando, aún, el señor de bigote andaba por aquí, como por sexos, ya que se “premia con subvención” separar a peras y manzanas. Actitud que solo nos demuestra que este Ministro es retrógrado y que busca la eficiencia económica y personal en la educación.

Pero el 28 no estará solo, porque Monago y su sombra, llamada Pedro Escobar, también estarán por aquí siendo cómplices del atentado y desmantelamiento que está sufriendo la Educación Pública, ya que su batería de recortes van en todos los sentidos: menos profesores, eliminación del PROA y transporte escolar, Decreto 220/2012 para suprimir titulaciones universitarias, disminución de becas…

Pues con todo esto, estos señores (con no poca hipocresía) se harán la foto el próximo lunes; y aunque parezca contradictorio, los mismos que van a inaugurar la Biblioteca Estatal se están encargando que esas infraestructuras no sean usadas por lxs estudiantes ya que poco a poco están demoliendo esa Educación Pública que tanto nos costó levantar a lxs socialistas.

Por eso, ahora más que nunca, debemos defender y luchar porque los principios que rijan nuestro Sistema Educativo sean la Igualdad de Oportunidades y la Equidad para todos y todas.

Por último, recordemos que nuestros techos nos los ponemos nosotrxs mismxs y que los que nos imponen se pueden romper.
Ismael Albano.

domingo, 13 de enero de 2013

España, te quiero... A veces.


Cuando viajas fuera de España o cuando hablas con algunos de los millones de turistas que visitan cada año nuestro país, te das cuenta de que España cae bien al resto del mundo y que nos aprecian mucho, lo que nos hace sentirnos orgullosos de haber nacido aquí. Antes de Navidad aparecía el, al final, polémico anuncio de “Campofrío” donde se pone de relieve innumerables cosas buenas que tiene esta tierra, y es cierto, tenemos las mejores playas, en gastronomía pocos países nos igualan, que decir de los deportes, donde los nuestros suman un sinfín de éxitos que nos hacen presumir de bandera año tras año, la alegría de nuestra gente, el clima…y así podríamos continuar durante horas…

¿Pero de verdad nos sentimos plenamente orgullosos de nuestro país en los tiempos que corren? ¿Y con las decisiones que se están tomando? Yo no me siento orgulloso al menos. No puedo concebir un país donde hace tan sólo unos días, un obrero que no tenía ni siquiera un trozo de pan para llevarse a la boca se quemaba a lo bonzo a las puertas de un hospital y trágicamente fallecía. Como tampoco me parece moral que exista la duda, por parte del Gobierno, de prorrogar o no la prestación ínfima de 400 euros que salvan el mes y lo que es más importante, la vida, a miles de personas en este país.

El día de Nochebuena, cuando toda mi familia cenaba alrededor de la mesa, mi abuela nos daba la noticia de que un sobrino suyo iba a ser desahuciado junto a su familia. Los dos miembros del matrimonio han agotado la prestación por desempleo y no pueden hacer frente a la dichosa hipoteca. Pues no, no me siento orgulloso de vivir en un país donde vemos como directivos de bancos nacionalizados, y salvados con dinero público, se van de rositas y con importantes indemnizaciones tras hundir el sistema financiero español, y comprobar que esos mismos bancos expulsan a la calle y sin ningún pudor, a cientos de familias sin recursos porque no pueden pagar la letra.

No hay duda de que estamos encajados en una importante crisis económica global, que nos está obligando a tomar decisiones que no gustan, pero no todo son números. Aquí, hay personas que lo están pasando mal. Aquí, los ciudadanos y ciudadanas deben ser la prioridad sobre todas las cosas esté quien esté en el poder, y por eso, en temas que afectan a los más vulnerables, tenemos que exigir acuerdos reales y soluciones justas. Entonces, cuando veamos el compromiso real de los que nos representan y las palabras se traduzcan en hechos, sólo entonces, yo me sentiré orgulloso de pertenecer a este país donde lo verdaderamente importante son las personas. Mientras tanto, me sentiré avergonzado cuando vea suicidios, gente “tirada” en nuestras calles, o niños y niñas que pasan hambre…

Si permitimos estos hechos, España se va al garete…

Manuel Gallardo Sevillano

lunes, 7 de enero de 2013

Políticas y Tasas Judiciales


“Ni la política da igual, ni todxs lxs políticxs son iguales, ni todas las políticas dan lo mismo”

La justicia, junto con la igualdad, la libertad y el pluralismo político, es un valor superior de nuestro ordenamiento jurídico  (art.1.1 Constitución Española). Asimismo, numerosos convenios internacionales, y nuestra propia Constitución, reconocen, como un derecho fundamental, la tutela judicial efectiva por los jueces y tribunales de los derechos e intereses legítimos y, el derecho de defensa. Además, el art. 119  de nuestro Texto fundamental consagra la gratuidad de la justicia para quienes acrediten insuficiencia de recursos para litigar.  
El pasado 21 de noviembre se publicó en el BOE, la Ley 10/2012, de 20 de noviembre, por la que se regulan determinadas tasas en el ámbito de la Administración de Justicia y del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Este texto normativo impone el pago de tasas para el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los ordenes civil, contencioso-administrativo y social, y viene a modificar el régimen de acceso a los tribunales.

A este respecto, debe indicarse que las referidas tasas son un obstáculo económico para el ejercicio del derecho a la tutela judicial efectiva. Pronto empezaremos a conocer casos de ciudadanos que no pueden interponer una demanda o un recurso por no poder hacer frente a los costes de un procedimiento, ya que a las tasas deben sumarse otros gastos ocasionados en el proceso y políticas que recortan el derecho de asistencia jurídica gratuita.

El Gobierno espera recaudar en torno a 306 millones de euros con su aplicación. No obstante, esta medida no sólo supone un aumento de la capacidad  recaudatoria del Estado, en tiempos en que las economías familiares están muy mermadas, sino que  es una conculcación de derechos fundamentales, que deja desamparadas a las personas con menos recursos impidiendo que puedan acceder a los tribunales, ya que su cuantía es desmesurada, provocando un efecto disuasorio que cercena un derecho  básico, ampliamente reconocido por nuestra Constitución y por la doctrina del Tribunal Constitucional.
Así, en este contexto, todo el mundo judicial está en pie de guerra y el PSOE ha presentado un recurso de inconstitucionalidad.
Creo que debemos advertir que medidas de este tipo no están encaminadas a buscar una salida de la crisis económica, sino que imponen un modelo injusto e insolidario, instaurando barreras económicas para el ejercicio de derechos fundamentales o para poder acceder a servicios públicos básicos.
No sólo se trata de reducir nuestro déficit, se pretende  implantar un modelo ideológico,  basado en las tesis conservadoras y neoliberales, en el que las personas con menos recursos estarán desprotegidas y al amparo de los designios de los poderosos.; en el que los bienes y servicios públicos serán asignados en régimen de mercado para quienes tengan capacidad económica y en régimen de beneficencia para el resto.
En esta situación, debe revalorizarse la política, e en especial, las políticas socialistas, que defienden la cohesión social, la igualdad y la justicia.  Porque no somos lo mismo, porque no da igual.

José Luis Quintana Cortés (@petrovic_13)

miércoles, 2 de enero de 2013

Aún no se ha dado el salto al siglo XXI.

Es una obviedad decir que vivimos en el presente y que desde ahí construimos las bases que condicionarán los tiempos futuros, pero considero que es necesario y muy recomendable echar la vista atrás, mirar y aprender del pasado y no caer en un desmesurado presentismo que nos lleva, sin lugar a dudas, a tomar demasiadas decisiones apresuradas y faltas de una verdadera utilidad positiva.

Hoy día, los políticos o más bien cierto sector de los políticos de nuestro país no proyectan una imagen muy positiva al conjunto de la sociedad. Hay una verdadera desafección de buena parte de la ciudadanía hacia la política y hacia parte de los políticos y eso es un hecho, algo habrá que cambiar y cuanto antes mejor.

La irrupción de las redes sociales y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ha supuesto una verdadera transformación en la forma de llevar a cabo las relaciones sociales. Esto ha provocado, además de otras muchas cosas, que la ciudadanía demande una nueva forma de hacer política, basada sobre todo en un aumento de la verdadera participación ciudadana, unas mayores cotas de acercamiento al verdadero sentir de la ciudadanía y una mayor capacidad de comunicación más real y más directa de los responsables públicos con todos y cada uno de los distintos grupos sociales.

A mi juicio, aún no se ha dado el salto al siglo XXI por parte de los responsables públicos en este tema. No han reaccionado y por ello, la ciudadanía camina por un sitio y los responsables del Gobierno siguen inscritos en el viejo y anquilosado sistema, haciéndoles caminar por otro muy distinto. 


Otro problema y no menos importante es la percepción que hoy día tiene la sociedad de la capacidad de los que tienen la responsabilidad de gobernar. Hay una clara visión de que hace falta en nuestro país verdaderos hombres y mujeres de Estado, POLÍTICOS con mayúscula. Es tiempo de "ingenieros", de personas formadas y capaces de tomar medidas y decisiones que posibiliten crear y no destruir más. Si se me permite la expresión no es tiempo de "mecánicos" que sólo tomen decisiones a medias y que no se atrevan a llevar a cabo una verdadera y profunda transformación de la situación en España. La sociedad española no demanda "parches",  "decretazos", "arreglos"  sino nuevas LEYES y nuevos ACUERDOS DE ESTADO que posibiliten la adecuación de las estructuras sociales y políticas al mundo en que vivimos. 


Quizás sean duras mis palabras pero creo que es necesario dar un salto cualitativo en la forma y manera de hacer POLÍTICA en nuestro País.

Felipe Redondo Milara